05.03.2018

Comidas blandas: ¿qué comer?

Por Natàlia Palau
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Probablemente alguna vez te ha tocado o te tocará hacer dieta basada en comidas blandas. No suele ser la dieta más popular, pero en algunos momentos puede ser una gran aliada. Es una dieta que incluye alimentos de textura suave, cocinados con técnicas culinarias sencillas, y que suele indicar el médico en situaciones de trastornos gastrointestinales o en pre y post operatorios.

 

 

En este post te explicamos un poco más acerca de la dieta blanda para solucionar posibles dudas que te puedan surgir si tienes que seguir este tipo de alimentación durante unos días.

 

¿Qué es la dieta blanda?

Este término hace referencia a un conjunto de pautas alimentarias que incluyen básicamente alimentos de consistencia blanda con pocos condimentos y bajo contenido en fibra.

Al contrario de lo que pueda parecer, aporta los nutrientes necesarios para cubrir las recomendaciones dietéticas diarias siempre y cuando seas capaz de consumir las cantidades adecuadas de comida. Esta dieta no tiene un propósito adelgazante, sino más bien el propósito de facilitar la digestión y el funcionamiento del tracto gastrointestinal.

Está indicada, por ejemplo, en casos de diarrea y vómitos, de preparación o recuperación quirúrgica, de problemas de deglución o de enfermedades gastrointestinales, como úlceras, gastritis, etc. A veces, también se opta por este tipo de dieta en ciertos tipos de cáncer o en enfermedades neurodegenerativas.

Generalmente, la dieta blanda forma parte de un conjunto de dietas progresivas. Las dietas progresivas suelen empezar por una dieta absoluta (con ausencia de ingestión por vía oral), continúan por una dieta líquida, siguen con una dieta banda y, finalmente, acaban con una dieta estándar que incluye alimentos de todas las consistencias adaptada a la patología del paciente.

 

¿Qué tipo de alimentos incluyen las comidas blandas?

Hay un gran número de alimentos adecuados para comidas blandas de fácil digestión. Siempre se debe empezar con los alimentos semisólidos e ir aumentando la variedad en función de la consistencia de estos.

Dentro de la tolerancia de cada persona, es bueno introducir alimentos de los distintos grupos para asegurar una ingesta correcta de nutrientes:

  • Cereales y féculas. Deben ser refinados en forma de pan blanco tostado, arroz blanco, pasta blanca o patatas hervidas.
  • Carnes y pescados. Carnes y pescados magros y poco condimentados, empieza con cocción hervida y prueba más adelante con cocción a la plancha.
  • Huevos. Puedes tomarlos en forma de tortilla francesa o pasados por agua.
  • Lácteos. Evita la leche los primeros días, ya que la lactosa puede costar de digerir. Empieza por yogures y quesos frescos (que tienen la lactosa parcialmente digerida) en sus versiones desnatadas.
  • Verduras. Tómalas cocidas; al principio, en forma de caldos y de purés. Debes evitar aquellas más flatulentas, como el brócoli, la coliflor y la col.
  • Frutas. Tómalas cocidas o al horno.
  • Grasas. Usa aceite de oliva y en muy pequeñas cantidades.
  • Legumbres. Introdúcelas al final de la progresión, en cantidades pequeñas y bien cocidas. Empieza tomándolas en forma de puré.
  • Bebidas. La mejor opción es el agua. Puedes tomar también infusiones de hierbas que no produzcan irritación intestinal.

 

¿Qué tipo de alimentos se debe evitar en las comidas blandas?

Por otro lado, también hay una serie de alimentos que se deben evitar porque son difíciles de digerir o producen irritación intestinal. En general debes evitar los siguientes:

  • Los cereales y féculas integrales.
  • Las verduras y las frutas y crudas, especialmente las cítricas.
  • Frutos secos.
  • Las carnes y pescados grasos.
  • Las salsas, picantes y condimentos fuertes.
  • La cafeína y el alcohol.

En cuanto a cocciones, evita las más calóricas, como fritos y rebozados.

 

Algunas ideas para preparar comidas blandas

Al principio, las ideas escasean y pensar en qué comidas preparar puede costar. Aquí te damos algunas propuestas para incluir en tus desayunos, comidas y cenas.

Desayuno

  • Pan blanco tostado con jamón cocido, infusión y compota de manzana.
  • Pan blanco tostado con requesón y un poco de miel y pera al horno.
  • Batido de yogur desnatado y plátano y galletas.

Comida

  • Arroz blanco hervido y pechuga de pollo a la plancha.
  • Conejo al horno con verduras y patatas.
  • Acelgas al vapor, merluza a la papillote y pan blanco tostado.

Cena

  • Crema de zanahoria y bacalao hervido.
  • Judías verdes con patatas chafadas y tortilla francesa.
  • Sopa con verduras y pollo hervido.

 

Lo fundamental en las comidas blandas es procurar no tomar alimentos grasos ni con mucha fibra, e ir introduciendo nuevos alimentos progresivamente siempre de menor a mayor consistencia. ¡Es más simple de lo que parece y puede ser una dieta variada si te lo propones!