¿Cómo congelar berenjenas y tenerlas listas en cualquier momento?

La berenjena es una hortaliza que se cultiva sobre todo en los meses de calor, aunque podemos encontrarla en el mercado todo el año. Si quieres degustarla en su mejor momento, cómprala de temporada y consúmela de inmediato. Sin embargo, si quieres disfrutar de ella en cualquier época del año, una buena opción es congelarla: es una alternativa rápida, sencilla y muy cómoda.

La congelación es una técnica que preserva las propiedades de la berenjena: mantiene su sabor suave con un toque amargo, el pigmento que le da su color natural y su bajo contenido en calorías. En otras palabras: se mantiene tan rica y nutritiva como cuando está fresca.

No puedes congelar las berenjenas crudas, sin cocinar. Para poder hacerlo, antes que nada tienes que escaldarlas. Es muy fácil hacerlo siguiendo estos pasos:

• Ponlas en una olla con agua hirviendo y un poco de limón para que no pierdan su color característico.

• Déjalas al fuego durante algunos minutos.

• Al sacarlas, es importante que las pongas en un bol con agua fría o con cubitos de hielo. De esta forma detendrás del todo el proceso de cocción.

• Una vez hecho esto, debes secarlas con papel absorbente y congelarlas. Puedes congelar todos los trozos juntos, por raciones en un Recipiente reutilizable de silicona 1L o de forma individual en bolsas de congelación (el Kit de 3 bolsas reutilizables de silicona te facilitará el proceso). Si las vas a cortar antes de congelarlas (en dados, tiras, rodajas), hazlo teniendo en cuenta el plato que quieres preparar.

Una última cuestión que debes tener en cuenta es que el tiempo del escaldado dependerá de la cantidad y el tamaño de los trozos de la berenjena. Cuanto menor sea la cantidad de berenjena a congelar, menor será también el tiempo del escaldado.

También puedes congelar las berenjenas una vez que las hayas cocinado, solas o como parte de alguna receta; en ambos casos conservan todas sus propiedades.

No solo puedes congelar berenjenas y tenerlas listas en cualquier momento, sino que también puedes hacer lo mismo con los platos en los que las incluyas como ingrediente. Hay recetas realmente sencillas que tienen la berenjena como ingrediente principal, como las berenjenas especiadas o las brochetas de berenjena y calabacín, ¡exquisitas!

Existen otras recetas que no te dejarán indiferente en las que la berenjena comparte el protagonismo con otros ingredientes: el timbal de verduras, el milhojas de verduras o un guiso a base de salsa de tomate, carne picada y berenjena son algunos ejemplos, ¡pruébalos! 

También tienes opciones más exclusivas: ¿qué te parecen unas brochetas de salmón y berenjena con salsa de yogur con eneldo y limón? ¡Irresistibles! 

¿Quieres conocer más recetas que incluyan la berenjena como ingrediente principal? Te damos algunos ejemplos de platos que puedes preparar:

Puedes rellenarlas de carne, verduras o hacerlas vegetarianas con un poco de tofu, seitán o soja texturizada. Cuando hayas acabado, congélalas en tu Recipiente reutilizable de silicona 500 ml y las tendrás listas para otro momento.

Corta diferentes verduras en dados y prepáralas con aceite de oliva, salsa de tomate y especias al gusto (pimienta, orégano o ajo en polvo, por ejemplo). Cuando el pisto esté frío, lo puedes congelar y disfrutar otro día para acompañar pastas, arroces, carne, pescado o huevos fritos. ¡El pisto es un acompañante muy versátil!

Cocina las berenjenas y mézclalas con tahini (paté de sésamo), ajo, comino, aceite de oliva, zumo de limón, perejil fresco y sal. Congélalas para tener siempre a mano una crema ideal en la que mojar unos nachos o crudités en el aperitivo. ¡Es delicioso!

Otra opción parecida es hacer Mutabal o, lo que es lo mismo; hummus de berenjena.

Disfruta de la berenjena todo el año. ¡Puedes congelar berenjenas y tenerlas listas en cualquier momento con tu Kit de 3 recipientes reutilizables de silicona! Ahora ya sabes cómo hacerlo. ¿Conoces otros trucos? ¿Cuáles son tus recetas favoritas con la berenjena como ingrediente principal?