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¿Cuántas calorías se queman al día?

¿Sabes cuántas calorías se pueden llegar a quemar en un día? Cada persona tiene unas necesidades específicas de calorías diarias para que su organismo pueda funcionar correctamente. Es importante entender que las calorías no son un enemigo, sino una herramienta esencial para que nuestro cuerpo tenga la energía necesaria para llevar a cabo sus funciones vitales.

Si te interesa conocer más sobre las calorías diarias y el gasto calórico, ¡sigue leyendo! Vamos a explicarte las principales variables que influyen en este aspecto.

¿Qué son las calorías?

Para comprender el resto del artículo, lo primero que tienes que saber es qué son exactamente las calorías. Las calorías son, por un lado, unidades de energía térmica y, por otro, una unidad de medida que se utiliza para calcular el contenido energético de los alimentos.

Representan la cantidad de energía que recibe nuestro cuerpo al consumir diferentes alimentos y bebidas, y son fundamentales para que el organismo pueda realizar tanto las funciones básicas como actividades más exigentes. Por ejemplo, el cerebro utiliza calorías para mantener su actividad constante, mientras que los músculos las necesitan para realizar cualquier movimiento, desde caminar hasta practicar deportes.

Aprender a contar calorías

La cantidad de calorías diarias que necesita cada persona es un dato totalmente personal e intransferible. Esto se debe a que depende de varios factores, como el metabolismo basal, el estilo de vida y el nivel de actividad física.

El primer factor que debes considerar es el metabolismo basal, que representa la cantidad de energía que necesita tu cuerpo estando en reposo para llevar a cabo funciones básicas como respirar, bombear sangre y mantener la temperatura corporal. Este valor varía entre personas según su edad, género, peso y composición corporal.

A esto se suma el gasto energético por la actividad diaria. Si tienes un trabajo sedentario y haces poco ejercicio, tus necesidades calóricas serán menores en comparación con una persona con un estilo de vida activo y que practica deporte regularmente.

Por ejemplo, un adulto joven de entre 20 y 25 años con un estilo de vida activo y ejercicio regular podría necesitar entre 2.000 y 2.400 calorías al día. En cambio, si la misma persona tiene un trabajo sedentario y no realiza ejercicio, sus necesidades calóricas serán de aproximadamente 1.600 a 1.800 calorías. Como ves, el estilo de vida marca una gran diferencia.

¿Es conveniente contar las calorías diarias?

En ocasiones, puede ser interesante aprender a contar calorías para ser más conscientes de nuestra alimentación y asegurarnos de cubrir nuestras necesidades diarias. Esto puede ser útil si tienes un objetivo específico, como ganar masa muscular o mantener un estilo de vida saludable. Sin embargo, reducir las calorías no debe ser un objetivo en sí mismo, ya que el enfoque principal debe estar en la calidad de los alimentos y en mantener un equilibrio nutricional.

Es importante recordar que contar calorías no debe convertirse en algo rutinario ni alargarse durante mucho tiempo, ya que podría generar una relación poco saludable con la comida y aumentar el riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria. Consultar con un profesional de la salud siempre es la mejor opción para recibir orientación personalizada.

 

¿Son todas las calorías iguales?

La respuesta es un rotundo no. Aunque las calorías son una unidad de medida que indica la cantidad de energía de un alimento, no todas tienen el mismo impacto en nuestro organismo. La calidad de las calorías depende del tipo de alimento de donde provienen y de los nutrientes que aportan al cuerpo.

Por ejemplo, imagina una galleta industrial y una manzana con la misma cantidad de calorías. Aunque la energía que aportan sea similar, sus efectos en la salud son completamente diferentes. La manzana ofrece vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, nutrientes esenciales que benefician el sistema digestivo y fortalecen el sistema inmunológico. Por otro lado, la galleta, al ser un ultraprocesado, suele estar cargada de azúcares refinados, grasas poco saludables y aditivos que pueden tener efectos negativos a largo plazo, como el aumento del riesgo de enfermedades metabólicas.

Además, las calorías provenientes de alimentos ricos en nutrientes ayudan a mantenernos saciados por más tiempo y aportan energía de calidad, mientras que las calorías vacías de productos ultraprocesados tienden a generar picos de glucosa en sangre, lo que puede llevar a un mayor apetito y a la ingesta excesiva de alimentos.

Por ello, más que centrarte en el número de calorías diarias, prioriza la calidad nutricional de los alimentos. Opta por frutas y verduras frescas, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables para garantizar que tu cuerpo reciba los nutrientes que necesita. De esta forma, no solo estarás aportando energía, sino también promoviendo tu bienestar general.

 

En ocasiones, aunque busquemos priorizar la salud con una alimentación saludable, la rutina y la falta de tiempo en nuestro día a día, puede llevarnos a un consumo elevado de alimentos ultraprocesados, poco interesantes a nivel nutritivo. Por ello, contar con opciones fáciles y más rápidas para preparar tu comida en casa, como los utensilios para cocinar al microondas,  pueden ayudarnos a alimentarnos mejor y obtener calorías de calidad.

 

Priorizar las calorías diarias de calidad

El número de calorías diarias que cada persona necesita es único y depende de múltiples factores, como el metabolismo basal, el nivel de actividad física y el estilo de vida. Sin embargo, no deberías obsesionarte con reducir calorías, sino enfocarte en mantener una dieta equilibrada y saludable, acompañada de actividad física regular.

Recuerda que no todas las calorías son iguales y que la calidad de los alimentos es mucho más importante que su contenido calórico. Escucha a tu cuerpo, mantente activo y dale el descanso que necesita para funcionar de manera óptima. Y si necesitas asesoramiento, no dudes en buscar la guía de un profesional de la salud o la nutrición.