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09.10.2017

Ejercicios para mejorar la flexibilidad

Por Elisabeth Torres
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La flexibilidad es la capacidad que tiene una articulación al moverse para realizar movimientos con la mayor amplitud posible. Se trata de una capacidad física que, con la edad, lejos de aumentar, disminuye, y desde una temprana edad. Sin embargo, existen una serie de ejercicios con los que puedes mejorar la flexibilidad.

Mejorar la flexibilidad no es solo importante para el rendimiento físico, sino que también lo es para evitar lesiones, dolor muscular y el deterioro de la coordinación al limitarse la movilidad. Por ello, aunque cada persona tenga su límite en lo referente a la flexibilidad, es importante esforzarse para lograr la máxima flexibilidad posible, lo cual es fundamental para tener un buen estado físico.

 

¿Sabes cómo mejorar la flexibilidad?

 

Factores que afectan a la flexibilidad

La flexibilidad se empieza a perder a una temprana edad, concretamente en la pubertad con el crecimiento de los huesos, por lo que hay es muy importante que incorpores ejercicios específicos para no perderla e incluso mejorarla.

Hay múltiples factores que determinan la flexibilidad de una persona: su anatomía, el tipo de articulación que tiene, su estructura ósea y la elasticidad del tejido muscular, por ejemplo. Por otro lado, las mujeres suelen ser más flexibles que los hombres. También intervienen otro tipo de factores externos, como el momento del día (menos flexibilidad por la mañana), la temperatura ambiente (se es menos flexible en ambientes fríos), si la persona es deportista o no, y el tipo de deporte que se practica.

 

La importancia de ser flexible

Ser flexible no es solo la capacidad de de un músculo o una articulación a llegar a un cierto punto, sino también su capacidad de volver a su estado original y de recuperar su forma. Trabajar y mantener la flexibilidad, pese a que cada persona tiene su límite, evita lesiones como la tendinitis o los esguinces, que se producen debido a que nuestro cuerpo realiza un movimiento muy amplio para el cual no está preparado.

 

Dolencias que se pueden prevenir gracias a una buena flexibilidad

La flexibilidad evita lesiones como tirones, torceduras y molestas en las articulaciones, además de que facilita la recuperación si ocurren. Por otra parte, mejora el equilibrio, la circulación y la oxigenación de los músculos, aumenta la lubricación de la articulaciones, ayuda a mantener una postura correcta y relaja el cuerpo, lo que reduce la ansiedad y el estrés.

 

Incorpora a tu rutina diaria 4 ejercicios para mejorar la flexibilidad

A la hora de realizar ejercicios para mejorar la flexibilidad, hay que tener en cuenta algunas cosas, como evitar los rebotes, respetar tú límite, mantener la posición durante al menos unos 20-30 segundos y realizarlos siempre tras haber calentado o entrenado. Por otra parte, existen disciplinas, como el yoga, que incluyen muchos ejercicios de flexibilidad.

 

Te proponemos 4 ejercicios ejercicios para mejorar la flexibilidad:

  1. De pie o de rodillas, entrecruza las manos por detrás de la espalda e inclínate hacia delante hasta que tu cabeza esté cerca de tus rodillas o del suelo. Mantén la espalda lo más recta y estirada posible. Las escápulas deben esconderse.
  2. Siéntate en el suelo con las piernas estiradas y los dedos de los pies mirando hacia arriba. Cruza una de las piernas por encima de la otra, lleva la mano contraria tras la espalda y apóyala en el suelo haciendo una copita con ella. Gira el tronco y haz oposición a la pierna flexionada con el brazo de manera que tu tronco se torsione.
  3. De nuevo, con las piernas  estiradas y los dedos de los pies mirando hacia arriba, mantén la espalda lo más erguida posible. Sube los brazos manteniendo los hombros hacia abajo, y después intenta llevarlos lo más lejos posible en dirección a los pies. Agárrate de las piernas a la altura que llegues: no importa hasta dónde, si la espalda empieza a arquearse es mejor parar. Un truco: utiliza un cinturón para ponerlo alrededor de los pies y tirar de él con las manos.
  4. Sentado y con la espalda recta, junta las plantas de los pies de manera que tus ingles se abran. Relájate y deja que tus rodillas cedan hacia el suelo.

 

La flexibilidad no es tocarse los pies con las manos, sino que tiene que ver con una correcta postura corporal y un mejor control sobre el cuerpo, además de que evita lesiones ante torceduras para las que el cuerpo no está preparado. Mejorar la flexibilidad es posible, y hacerlo es fundamental para gozar de un buen estado físico. Haz ejercicios específicos para mantener y mejorar la flexibilidad regularmente y verás los resultados.