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02.01.2018

Ideas para reducir la sal

Por Anaïs Capilla
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¿Tomas demasiada sal? Si vas a decir que no, has de saber que no solo hay que tener en cuenta la sal de mesa, muchos productos ya preparados la llevan añadida. ¿Sabes qué hay que hacer para reducir su consumo? En este post te daremos a conocer la cantidad de sal diaria recomendada y algunas ideas para reducir su consumo casi sin notarlo. Ganarás en salud y disfrutarás del sabor de tus platos.

 

Información sobre la sal

Lo preocupante de la sal es el sodio que contiene. Según la Organización Mundial de la Salud, no es recomendable tomar más de 2 gramos de sodio al día, que serían unos 5 gramos de sal diarios.

La reducción en la ingesta de sal no solo es recomendable para personas con enfermedades, sino que debe hacerse de modo preventivo contras las enfermedades del corazón. Y es que un consumo excesivo de sal entraña muchos riesgos: aumento de la presión arterial y el riesgo de enfermedades del corazón y cerebrovasculares.

 

Ideas para reducir su consumo

Algunas personas ponen sal a los alimentos sin apenas haberlos probado, lo cual es un mal hábito. La sal realza el sabor de los alimentos y el hecho de acostumbrarse a este sabor hace que después cueste prescindir de ella. Hay que habituarse al sabor real de los alimentos. Al principio la comida puede parecer insípida, pero solo es cuestión de reeducar el paladar.

 

Algunas ideas para reducir su consumo

 

1. Elimina el salero de la mesa

Es una costumbre poner el salero en la mesa, pero hay que evitar la tentación: si no lo ves, ni te acordarás de añadir sal al plato sin antes probar la comida.

2. Lee bien las etiquetas

Muchos alimentos procesados, y sobre todo los precocinados, llevan sal añadida extra. Por lo tanto, es mejor cocinar y preparar la comida en casa, pues se puede medir mucho mejor la cantidad de sal que se añade. Lo más recomendable siempre es consumir alimentos frescos, además, contienen menos sodio.  

3. Cocina los alimentos al vapor y deja reposar

Al no estar el alimento en contacto con el agua de cocción, conserva más el sabor. Algunas preparaciones y guisos, si se dejan reposar, concentran mejor sus aromas y sabores, de manera que son más gustosos y no es necesario añadir sal.

4. Sazona y aliña con especias y hierbas aromáticas

No hace falta añadir sal si incorporas algunas especias y hierbas aromáticas a tus platos, lo cual les dará un toque diferente pero igual de sabroso. Se trata de un primer paso para reeducar tu paladar; todo estará igual de bueno, pero sin sal.

Albahaca, orégano, comino, curry, cardamomo, pimienta negra, pimentón dulce o picante, cebolla, ajo, laurel, azafrán, cúrcuma, nuez moscada, jengibre, cilantro, eneldo, tomillo, romero, perejil, hijo, menta... ¡hay una multitud de especias y todas son ideales para sazonar verduras, carnes, pescados, legumbres, cereales, pastas y arroces!
Eliminar la sal puede ser más sencillo de lo que piensas.  Tan solo es cuestión de que tu paladar se acostumbre a una nueva forma de disfrutar del sabor de los alimentos para que se olvide de ella y empiece a descubrir nuevos sabores.