El yoga es una de las técnicas de meditación orientales más de moda desde hace décadas. Se trata de un método que trabaja el cuerpo y la mente con el fin de conseguir un equilibrio y mejorar el estado general de quien lo practica. El yoga combina movimientos que aseguran una buena salud física con técnicas de meditación y relajación que aportan calma y bienestar a nuestra mente. Además de conocer las posturas, en la iniciación al yoga es importante familiarizarse con los otros pilares de este método, como su filosofía o la dieta recomendada, lo cual convierte al yoga en un modo de vida.
En el yoga se cuida mucho la alimentación. De hecho, se considera uno de los fundamentos básicos de este método.
Qué dice el yoga respecto a la alimentación
El Shiva Samhita, un texto en sánscrito que trata sobre el camino del yogui, asegura que quienes practican yoga deben comer de forma moderada. De lo contrario,, no llegarán a los estados superiores de meditación.
El consumo de alimentos precocinados o procesados, las grasas saturadas, el azúcar refinado y los excesos deben evitarse. Hay que optar siempre por alimentos frescos y huir de productos como la bollería industrial. Se tiene que saborear cada bocado, masticando despacio y comiendo pausadamente.
Muchos yoguis se decantan por una dieta vegetariana porque piensan que la fuente de vida es el sol, y los alimentos que se nutren más directamente él son los vegetales. Además, consideran que todos aquellos alimentos que producen una sensación gustativa intensa, como el sabor ácido, amargo, salado, caliente o picante son desaconsejables.
La alimentación debe cubrir 2 necesidades fundamentales: aportar energía y el material nuevo necesario para regenerar el cuerpo y los tejidos. Por ello se decantan por alimentos como las frutas, verduras y hortalizas, legumbres, miel y lácteos. Y si quieres empezar con buen pie la iniciación la yoga, deberás reducir el consumo de bebidas alcohólicas y estimulantes, como el café.
En definitiva, el yoga apuesta por una dieta saludable como base. No se trata de ninguna dieta extraña, sino que puedes seguirla de forma muy sencilla, sin necesidad de buscar productos exóticos o tener que gastarte una gran cantidad de dinero en alimentos especiales.
Iniciación al yoga: ejemplo de menú
Como pilar de tu dieta yogui, deberás comer alimentos saludables. Este es un ejemplo de cómo se alimenta alguien que sigue la filosofía del yoga:
Desayuno
Unas gachas de avena, preparadas con un poco de bebida de almendras y acompañadas de unos ricos frutos rojos. ¡Qué bueno!
Almuerzo de media mañana
Una taza de té con una pieza de fruta y un puñado de frutos secos naturales, sin tostar ni freír. ¡Esto sí que es sano!
Comida
Ensalada tibia de arroz y lentejas con pimiento, rúcula, coles de Bruselas, champiñón y calabaza. ¿Ganas de probarlo?
Merienda
Un yogur (elaborado con leche o de origen vegetal) con frutas rojas. ¡Sencillo y rico!
Cena
Brócoli, espárragos y tomates al vapor, hamburguesa vegetal y boniato. ¡Una cena bien completa!
Estos alimentos cubren las necesidades nutricionales diarias, evitan los excesos y permiten comer de forma saludable. ¡Pruébalo y nos cuentas!
Como ves, la dieta de iniciación al yoga no tiene porqué ser estrictamente vegetariana. Puedes incorporar productos de origen animal. Eso sí, siempre de buena calidad, ya que se trata de una dieta basada en alimentos saludables para alcanzar el bienestar del cuerpo y de la mente.