¡Prepara una reconfortante sopa!

En invierno apetecen preparaciones calientes así que, para entrar en calor... ¿os apetece una sopa como entrante? Vamos a ver cómo prepararla para que sea, además de reconfortante, ¡muy nutritiva!

Para hacer una sabrosa sopa primero debes preparar un buen caldo. Prepáralo herviendo en abundante agua una serie de ingredientes que pueden ser muy variados: verduras, carne, pescado... Pasadas unas dos horas, cuélalo.

Si optamos por tomar solo el caldo, a diferencia de lo que popularmente se cree, la cantidad de nutrientes que quedan en el líquido de cocción es bastante escasa. La cocción durante mucho tiempo hace que se pierda gran parte de vitaminas y minerales. ¡Pero eso no significa que no podamos aprovecharlo!

Un caldo de verduras, por ejemplo, de apio, zanahoria, puerro, y cebolla puede venirte muy bien como entrante si buscas cuidar la línea ya que no contiene calorías. Cambiando los ingredientes, sin embargo, puedes preparar caldos con mayor cantidad de grasa, como por ejemplo cociéndolo con tocino. Un truco para aligerar tu plato es desgrasar el caldo y las carnes.  Retira la piel al pollo antes de ponerlo a hervir, por ejemplo, y disminuirás la cantidad de grasa del caldo.

Si quieres que el plato contenga más nutrientes, puedes aprovechar las verduras de la cocción y triturarlas con la batidora para preparar una crema o un puré. También puedes añadir pasta, arroz, legumbres, verduritas cortadas en juliana, pollo o pescado desmenuzado al caldo.

Una idea de plato de sopa completo: caldo de pollo con fideos, trocitos de huevo cocido y verduras. Además de ayudarnos a soportar mejor el frío... ¡está buenísimo! ¿Y tú, cómo preparas tus caldos y purés?