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29.09.2017

Todo lo que siempre quisiste saber sobre los nutrientes orgánicos

Por Anaïs Capilla
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Los nutrientes son las sustancias químicas que se encuentran en los alimentos. Cada uno de ellos cumple con funciones específicas, por tanto, todos son indispensables para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Existen dos grandes grupos de nutrientes en función de su origen químico: los nutrientes inorgánicos (por ejemplo, el agua y los minerales) y los nutrientes orgánicos, que son de los que hablaremos en este post.

 

 

Nutrientes orgánicos: tipos y características

¿Quieres saber más sobre los nutrientes orgánicos? A continuación te presentamos los distintos tipos que existen y los alimentos en los que puedes encontrarlos.

 

1. Hidratos de carbono

También se les llama carbohidratos, azúcares o glúcidos. Una de sus funciones más importantes es el suministro de energía, especialmente si realizamos algún tipo de ejercicio físico; son el combustible de nuestro organismo. Si estamos en reposo también se encargan de proveer de energía a algunas células, como las neuronas, los hematíes y los leucocitos.

Existen dos tipos de hidratos de carbono según la cantidad de moléculas que contienen y cómo se absorben: los carbohidratos simples y los complejos:

  • Los carbohidratos simples son la fructosa, la glucosa y la galactosa, que reciben el nombre de monosacáridos. Si estos se unen de dos en dos forman disacáridos, como la maltosa, la lactosa o la sacarosa, los cuales se digieren y se absorben rápidamente.
  • Los carbohidratos complejos se encuentran en los cereales y los tubérculos. Este tipo de carbohidratos están conformados por muchos carbohidratos simples unidos, por lo que se tarda más en digerir y en absorber.

Los carbohidratos que no podemos absorber se conocen con el nombre de fibra alimentaria.

 

Alimentos ricos en hidratos de carbono

Los hidratos de carbono simples los encontramos sobre todo en productos como el azúcar de mesa, la mermelada, la miel, la leche y las frutas; los complejos están en la patata, los diferentes tipos de cereales (pan, pasta, arroz, quinoa) y las legumbres.

 

2. Proteínas

Las unidades más simples de las proteínas son los aminoácidos, los cuales se unen para dar lugar a las distintas proteínas. Algunos de ellos no se sintetizan en nuestro cuerpo y, sin embargo, son indispensables para el buen desempeño del organismo.

Los 9 aminoácidos esenciales son la histidina, la isoleucina, la leucina, la lisina, la metionina, la fenilalanina, la treonina, el triptófano y la valina, y deben incorporarse al organismo a partir del consumo de alimentos que los contengan. De entre los alimentos de origen animal, los que incluyen alguno de estos aminoácidos son la carne, los huevos y los lácteos, y de entre los alimentos de origen vegetal, destacan la soja, la quinoa y la espelta.

Ningún alimento contiene todos los aminoácidos, por lo que es necesario seguir una dieta variada y equilibrada que incluya todos los aminoácidos esenciales.

 

Las proteínas tienen dos funciones principales:

Función estructural y plástica: Conforman  la estructura de los componentes de las células.

Función reguladora de las diferentes reacciones químicas del cuerpo: Las enzimas que actúan y regulan las diferentes reacciones químicas del organismo son proteínas, las cuales forman parte de algunas hormonas y moléculas del sistema inmunológico.

 

Alimentos ricos en proteínas

Las proteínas se distinguen según su origen: proteínas de origen animal y proteínas de origen vegetal. Las proteínas de origen animal se encuentran en la carne, el pescado y los huevos; las de origen vegetal, principalmente en las legumbres, algunos cereales y los frutos secos.

 

3. Grasas

Las grasas también reciben el nombre de lípidos. Dado su elevado rendimiento calórico, actúan como reservas energéticas: por 1 gramo de grasa se consiguen 9 de calorías. Forman parte de la membrana celular y sirven como protección en caso de impactos o agresiones físicas. También actúan como aislante térmico y ayudan a mantener la temperatura corporal y, al estar presentes en las hormonas, tienen una función reguladora en el organismo y actúan como soporte de las vitaminas liposolubles (A, D, E y K).

Según su estructura, las grasas se pueden clasificar en saturadas e insaturadas. Las primeras se relacionan con enfermedades como la obesidad, la diabetes y los problemas cardiovasculares; las segundas se vinculan a la buena salud, especialmente del corazón.

 

Alimentos ricos en grasas

Las grasas saturadas están presentes en alimentos de origen animal, como el embutido y otros alimentos procesados, y también en algunos alimentos de origen vegetal, como la palma y el coco; las insaturadas las encontramos en diferentes tipos de aceites, en los frutos secos, en el pescado azul...

 

4. Vitaminas

Aunque el cuerpo necesita las vitaminas en menor cantidad que el resto de los nutrientes que hemos comentado, su déficit puede provocar desajustes en el organismo y el desarrollo de algunas enfermedades. Las vitaminas tienen una función reguladora y tienen un papel protagónico en los procesos metabólicos para la obtención de energía. Son muy importantes para el desarrollo y el crecimiento del cuerpo.

En función de su solubilidad, las vitaminas se dividen en vitaminas liposolubles (A, E. D y K) e hidrosolubles (vitaminas C y del grupo B).

 

Alimentos ricos en vitaminas

Las vitaminas liposolubles están presentes en alimentos grasos, como la leche, el pescado azul o el aceite; las hidrosolubles, en frutas y verduras principalmente.

 

Ahora ya sabes más sobre los nutrientes orgánicos, sus funciones y su importancia para nuestro organismo. Ten en cuenta las propiedades de cada alimento y procura que tu dieta sea equilibrada, ya que es esencial para gozar de una buena salud. ¡Dale a tu cuerpo lo que necesita!