El pato laqueado es uno de los platos más representativos y apreciados de la cocina china. Es una receta originaria de Pekín y muy típica en el nordeste del país, además de ser un plato habitual en los restaurantes chinos de todo el mundo.
El pato laqueado era el plato que comía el emperador, por lo que era símbolo de dignidad y poder, antes de que se popularizara. ¿Quieres conocer un poco más sobre este plato y sobre cómo prepararlo en casa?
Curiosidades sobre la preparación del pato laqueado
Para preparar esta receta se utilizan patos que pueden pesar hasta más de 3 kg. Primero, hay que limpiar bien su interior y quitar todas las vísceras. Después, para que la piel se separe de la carne, hay que inflar el pato. Este paso es muy importante para que quede un pato laqueado perfecto.
A continuación, hay que pintarlo con melaza y cocinarlo al horno durante un buen rato. La colocación del pato dentro del horno es importante, pues hay que sujetarlo en un palo para que así la grasa se vaya fundiendo poco a poco. La melaza y la cocción lenta le confiere a este plato una textura muy crujiente y un sabor delicioso.
A la hora de servir, por una parte, se presenta la piel, que queda muy crujiente, y, por otra parte, la carne; se acompaña de una salsa dulce, y se introduce dentro de un crêpe junto con algunas verduras. Se come con las manos. La carne del pato laqueado tiene que estar bien trinchada. Los huesos se usan posteriormente para elaborar sopa con verduras y tofu.
Receta de pato laqueado
No vamos a negarlo, el pato laqueado es un plato laborioso de preparar, ¡pero eso no quiere decir que sea imposible!
Ingredientes:
- 1 pato entero
- Especias al gusto: anís estrellado, canela, hinojo, pimienta, chile rojo en polvo, jengibre fresco, etc.
- 2 cucharadas de vino
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 2 cucharadas de salsa Hoisin (similar a la salsa agridulce)
- 1 cucharada de miel
- Para acompañar: crêpes chinas, pepino y cebolla
Preparación:
- Limpia bien el pato y asegúrate de que no queden restos de vísceras.
- Escalda el pato: pon agua a hervir en una olla grande, añade sal y cuando arranque la ebullición introduce el pato durante 1 minuto. Pasado ese tiempo, retíralo.
- Despega la piel del pato de la carne: cierra las aperturas con unos palillos e introduce una pajita entre la piel y la carne y sopla para que se separe sin perder la forma.
- Coloca un gancho de metal que atraviese el pato.
- Prepara una mezcla con las especias, el vino, la piel y la salsa de soja, y pinta el pato con ella. Vuelve a barnizar el pato hasta que quede de color chocolate. Deja que se seque preferiblemente colgado.
- Cocínalo en el horno: colócalo en la rejilla y pon debajo una fuente con agua. Ásalo durante unos 20 minutos a 220 ºC y después baja la temperatura a 180-150 ºC durante 1 hora, o hasta que se vea crujiente.
- Limpia y corta las verduras en bastones.
- Cuando saques el pato de horno, córtalo en pequeñas porciones y sírvelo con las crêpes chinas y los bastones de verduras.
Seguro que has probado el pato laqueado alguna vez, pero ¿lo has preparado en casa? Se trata de un plato laborioso, ¡pero delicioso! Con paciencia y siguiendo todos los pasos, disfrutarás de un plato delicioso y lleno de historia.