30.10.2017

Espirulina: ¿un buen suplemento dietético?

Por Natàlia Palau
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Posiblemente habrás oído hablar alguna vez de la espirulina, una cianobacteria que, como su nombre indica, tiene forma de espiral y es de color azul-verdoso, debido a su contenido en clorofila y ficocianina, pigmento azuloso. Actualmente, es uno de los alimentos de moda. No obstante, se trata de una microalga consumida desde hace miles de años. Puedes encontrarla en diversos formatos: deshidratada, en tabletas, en cápsulas o en polvo.

 

 

Y, ¿por qué se ha vuelto tan popular ahora? La verdad es que se trata de un suplemento con alto contenido proteico, rico en vitaminas y minerales, y que tiene algunas propiedades que pueden ser interesantes. Sin embargo, también se le han atribuido otras propiedades que pueden resultar engañosas. Entonces, ¿qué hay de cierto sobre las propiedades atribuidas a la espirulina? Lo desvelamos en este artículo.

 

¿Qué propiedades nutricionales tiene la espirulina y qué beneficios aporta?

La espirulina puede resultar de ayuda en personas anémicas con una dieta bien planificada, gracias a componentes que favorecen la producción de glóbulos rojos, como la clorofila, el ácido fólico y el hierro. Aporta también otros minerales, como fósforo, calcio y magnesio, que ayudan a mantener un funcionamiento normal del sistema nervioso y muscular, y contribuyen en el mantenimiento de la estructura ósea, y zinc, antioxidante y regulador del sistema inmunitario.

Es rica en vitaminas del grupo B, especialmente en B1, B2 y B3, que tienen un papel fundamental en el metabolismo energético de los hidratos de carbono y ayudan a mantener la piel, el cabello y las uñas en un estado adecuado. También destaca, como hemos comentado, su contenido en ácido fólico, que participa además en la síntesis del ADN.

Es igualmente importante su contenido en betacarotenos, cuyo potente efecto antioxidante previene el envejecimiento, contribuye también al cuidado de la piel y son esenciales para el correcto funcionamiento de la visión.

En cuanto a macronutrientes, la espirulina es rica en proteínas de fácil digestión, aunque también debes tener en cuenta que existen muchas fuentes proteicas de calidad más baratas, como la carne, el pescado, el huevo y las legumbres.

 

¿Qué afirmaciones engañosas puedes encontrar acerca de la espirulina?

Una de las razones por las cuales se ha vuelto tan popular la espirulina es porque se ha promocionado para el tratamiento de varias enfermedades, entre ellas la obesidad. Es cierto que la espirulina podría ser de utilidad como suplemento vitamínico y mineral para compensar los posibles déficits surgidos a causa de una alimentación hipocalórica prolongada en el tiempo. No obstante, no hay evidencia científica que demuestre que la espirulina contribuye directamente en la pérdida de peso.

Por otro lado, aunque también se ha promovido como posible solución para el Trastorno
de Déficit de Atención e Hiperactividad, la valoración de la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU es que, por ahora, no existen suficientes evidencias.

Otra supuesta cualidad de la espìrulina sobre la que ha puesto énfasis es su contenido en vitamina B12. Sin embargo, no hay ningún alimento de origen vegetal que contenga vitamina B12 activa metabólicamente para el cuerpo humano. La B12 que lleva la espirulina no es igual que la vitamina B12 de origen animal, es un análogo que no tiene la misma cantidad de B12 activa y que nuestro organismo no puede utilizar. Además, este análago puede enmascarar la anemia en una analítica, así que no aporta ningún beneficio para el organismo.

 

En resumen, ¿la espirulina es un buen suplemento?

Por su alta densidad en nutrientes, la espirulina puede ser un buen alimento en épocas de mayor esfuerzo físico o en situaciones de carencias nutricionales. Ahora bien, es importante que tengas en cuenta que no es una buena fuente de vitamina B12, ni tampoco es un suplemento milagroso para la cura de enfermedades ni para la pérdida de peso.


La espirulina es, en efecto, una buena fuente de proteínas y minerales, pero no es más rica en estos nutrientes que otros alimentos cotidianos, que puedes encontrar en el supermercado a un precio más económico. La base de una buena salud es una alimentación equilibrada y un estilo de vida activo. Una mala alimentación no se compensa con una buena suplementación.