El puré de espinaca no volverá a parecerte aburrido ¡con estas ideas!
Por Anaïs CapillaYa sabes que la espinaca es esa verdura de hoja verde oscura y brillante, pero quizá desconozcas todavía alguna de sus propiedades. En este artículo queremos hablarte de ellas y darte algunos trucos para hacer un puré de espinaca para chuparte los dedos, ¡con alternativas para que no te resulte aburrido nunca más!
Puré de espinaca: ¿qué beneficios aporta?
La espinaca es una verdura que se puede disfrutar todo el año. Esto es así, por un lado, porque existe una variedad de verano y otra de invierno, y, por otro lado, porque se comercializa congelada o en conserva.
Convertirla en puré de espinaca es una forma perfecta de preparar esta verdura, porque le da un textura y un sabor suave y se puede combinar con otros ingredientes. ¡No olvides los picatostes o otros alimentos para darle un toque original y atrevido!
La espinaca está compuesta sobre todo por agua, como ocurre con la mayoría de las verduras, pero ¡es uno de los vegetales con más contenido en proteínas y vitaminas y minerales! Contienen mucha provitamina A, que es buena para la piel, el pelo, las mucosas y la vista La espinaca también contiene vitaminas del grupo B, que tienen una gran importancia en los procesos de obtención de energía, y vitamina C y E, con un gran poder antioxidante.
¿Sabías que aunque las espinacas llevan hierro, su cantidad no es elevada? Seguro que recuerdas a Popeye y la fuerza que obtenía al instante con el consumo de este alimento, pero se cree que fue un fallo tipográfico y que transcribieron mal la cantidad, poniendo 17 mg de cada 100g en lugar de 1,7 mg.
5 ideas para preparar puré de espinaca
Pasemos a la acción para darte algunos tips para conseguir un puré de espinacas divertido y que guste a toda la familia.
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Puré de espinacas, acelgas y puerro con huevo poché
- Cuece las espinacas, las acelgas y el puerro, y luego tritúralo todo hasta que quede con una textura suave.
- Añade un huevo poché por cada cuenco: supone un mayor aporte proteico y una da textura especial al plato. Por último, espolvorea un poco de pimienta negra.
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Puré de espinacas con queso, nueces y sésamo
- Cocina las espinacas con cebolla y patata. A la hora de tritúrarlo todo, añade un poco de queso para que la textura sea más fina.
- Añade al final unos daditos de queso fresco, unas nueces troceadas y espolvorea unas semillas de sésamo. ¡Buenísimo!
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Puré de espinacas gratinado
- Cocina las espinacas con el puerro, la cebolla y unos dientes de ajo. Tritúralo todo y, si buscas una textura más suave, añade queso o leche.
- Sírvelo en cuencos individuales, añade queso rallado por encima y gratínalo hasta que quede dorado.
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Puré de espinacas frío
- Las espinacas también quedan muy buenas crudas o escaldadas. Puedes triturarlas con ajo, una picada de frutos secos con piñones y yogur natural.
- Si quieres, añade unas pasas y piñones tostados por encima.
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Puré de espinacas con melón y germinados
- Tritura las espinacas con un poco de agua, melón y unas hojas de perejil hasta conseguir una textura bien cremosa.
- También puedes probar a hacerlo con otras frutas como pera o manzana.
- Añade por encima germinados de alfalfa o los que más te gusten. ¡Qué buena pinta!
¿Puré de espinaca? ¡Ponme dos platos!
¿Ves cómo el puré de espinaca no tiene por qué ser aburrido? Si pruebas estas recetas, u otras que se te ocurran, ¡disfrutarás de propuestas muy buenas! Nos encantaría conocer tus combinaciones. ¡Comer sano es fácil y rico!