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10.02.2017

5 ventajas de cocinar en casa

Por Joana Manyalich Blasi
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A nadie le amarga un dulce salir a comer o a cenar fuera, o comprar la comida ya preparada, pero seamos sinceros, como en casa en ningún sitio. Y sino, ¿Por qué todo el mundo tiene en su recuerdo la cocina de la abuela o de mamá?

 

 

Es cierto que hoy en día disponemos de menos tiempo, que la transmisión familiar oral de cómo comprar y preparar los alimentos ya no siempre se produce y que hemos perdido el hábito de cocinar. Pero no son motivos suficientes para olvidar que cocinar en casa tiene muchos más pros que contras.

  1. Alimentos de mayor calidad. Poder ser el decisor de la calidad de los alimentos que después consumiremos, elegir uno mismo las frutas, las verduras o el aceite con el que vamos a cocinar, son elementos clave en la calidad de lo que comemos. Así por ejemplo no es lo mismo cocinar con un queso de sándwich, en lonchas o fundido, que son mezcla de quesos, emulgentes, nata, leche en polvo, sal y sales fundentes, que utilizar un queso Cheddar, Gruyère o Fontina, elaborados solo con leche, cuajo y sal. Además, elegir uno mismo los alimentos es la mejor forma de cuidar los productores locales, la tradición gastronómica del territorio y la biodiversidad, ya que permite elegir productos de temporada, de proximidad e incluso si se desea, de agricultura ecológica.
  2. Elección de las recetas. Nadie más que nosotros (y nuestras madres) conoce exactamente nuestros gustos, y el límite en la cocina solo lo pone nuestra imaginación y predisposición. ¿Por qué tenemos que conformarnos con el mismo, o casi el mismo menú cada semana, cuando nosotros podemos variar las cocciones, probar hierbas aromáticas o condimentos diferentes, o aprovechar para probar alimentos nuevos? A su vez nos permite mimar la cocción de los alimentos. Por ejemplo, para cocinar bien carne o pescado a la plancha es preferible calentarla sin aceite y poner el aceite directamente en el alimento. O podemos cocinar las verduras al vapor en lugar de hervidas, consiguiendo así mucho más sabor sin necesidad de añadir sal.
  3. Mejor gestión de las cantidades. Es habitual que fuera de casa nos sirvan cantidades que no se ajusten realmente a nuestras necesidades, ya sea por poco o por demasiado, siendo por norma general cantidades generosas. Muchas veces esto puede hacer que acabemos pidiendo un solo plato, de modo que nuestra alimentación acaba siendo poco variada, porque al final comemos mucho de una sola cosa. Y ya no solo en cuanto al plato acabado, ¿qué hay de las cantidades de sal, azúcar o aceite? Y es que tanto los alimentos precocinados como las preparaciones en restaurantes o bares suelen ser ricas en sal con el fin de potenciar el sabor. Todo ello sin olvidar que no siempre tenemos la misma sensación de hambre, y que poder gestionar libremente las cantidades es la mejor herramienta para convertirnos en comedores intuitivos, esto es, escuchar nuestras señales de hambre y saciedad, los mejores indicadores fisiológicos que tenemos para saber cuándo y cuánto comer.
  4. Mejor planificación. Una alimentación saludable debe ser variada, y debe cumplir con unas frecuencias de consumo semanales para los alimentos proteicos. De este modo evitamos pasar 3 días seguidos comiendo ternera o pollo. Comprando nosotros mismos y cocinando en casa podemos organizar mejor y libremente, atendiendo a nuestras necesidades de horarios, compaginarlo con el comedor escolar de nuestros hijos o simplemente según nuestras preferencias. De este modo conseguimos una alimentación mucho más rica, que nos permite disfrutar, sin déficits ni excesos, de las ventajas nutricionales de todos y cada uno de los alimentos.
  5. Ahorro de dinero. Comprar uno mismo y cocinar en casa siempre es mucho más económico que comprar un plato precocinado, la comida ya elaborada o ya no digamos ir a un restaurante. A pesar de la opción de "medio menú" que ofrecen hoy en día muchos bares, restaurantes o locales de comida preparada, ya que esta posibilidad consiste solamente en un uno de los platos del menú, volviendo al error de comer de una sola cosa, en lugar de variado. Así que no solo es más barato para el bolsillo, sino que también lo es para la salud, ya que si cocinando en casa podemos ajustar mejor las cantidades de sal o azúcar, las cantidades del plato final, la calidad del aceite con el que cocinaremos y aliñaremos, podemos variar mucho más las cocciones, planificar la frecuencia semanal de los alimentos... nuestra salud a corto y medio plazo sin duda lo notará.
  6. Ganar tiempo de ocio. Cocinar puede convertirse en un espacio en el que mejoremos nuestra creatividad, podamos evadirnos de las tensiones del día, que sea el preludio del espacio de comunicación que son las comidas en familia y nos permita pasar más tiempo con nuestros hijos dejándoles participar en la preparación de las comidas.