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11.05.2018

¿Qué es el amaranto? Descubre sus propiedades y beneficios

Por Claudia Valmaña

Actualmente tenemos a nuestra disposición una infinidad de productos y alimentos diferentes, y la lista va creciendo. En  los últimos años se ha introducido con fuerza un alimento casi desconocido en España hasta no hace mucho, la quinoa. Sin embargo, no es tan habitual encontrar amaranto que, al igual que la quinoa, se trata de una semilla que pertenece a la familia de los pseudocereales. Aunque menos conocido por el momento, el amaranto no tiene nada que envidiarle a la quinoa. ¿Quieres saber más sobre esta semilla?

 

¿Qué es el amaranto?

El amaranto, como la quinoa, es considerado un pseudocereal, categoría en la que se engloba a una serie de semillas de diversas plantas herbáceas con características nutricionales muy interesantes. Forma parte de la cocina tradicional mexicana, ya que es típico de zonas tropicales como Centroamérica y sus semillas son muy nutritivas y sus hojas ricas en vitamina C.

 

Valor nutricional del amaranto

El amaranto es rico en vitaminas del grupo B. Contiene una mayor cantidad de proteína que los cereales, además esta proteína es de alto valor biológico. Su contenido en grasas es relativamente alto, pero, eso sí, predominan los ácidos grasos poliinsaturados  y monoinsaturados (como el característico y preciado del aceite de oliva). Por otro lado, es importante también resaltar que es un alimento rico en fibra.

 

Efectos beneficiosos sobre la salud

El amaranto contiene inhibidores de la tripsina y quimotripsina, que se asocian a una baja incidencia de cáncer de próstata, y es rico en ácido fítico, capaz de reducir el colesterol y los triglicéridos en sangre y al que se le atribuye propiedades anticancerígenas.

El amaranto también destaca por su contenido en flavonoides e isoflavonas, grandes antioxidantes con efecto antiinflamatorio, antibacteriano, antivírico y vasodilatador, y tocoferoles y ácidos fenólicos, inhibidores de la síntesis  de colesterol y también efecto antioxidante.

Otra de las sustancias beneficiosas que contiene el amaranto son las saponinas, que estimulan el sistema inmunológico y se asocian a un efecto anticancerígeno. Y, por último, la fibra, que ayuda al control de la obesidad, diabetes y cuyo consumo regular reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

 

¿Cómo introducir el amaranto en la cocina?

El amaranto puede consumirse casi en su totalidad: tanto el grano como el tallo o las hojas, los cuales dan una infinidad de productos derivados. Aunque en nuestro país, lo más común son las semillas.

Para preparar sopas, puedes sustituir los fideos o la pasta típica por las semillas de amaranto. Puedes cocinarlas y consumirlas de forma similar a la quinoa o al cuscús, y aderezarlas o añadirles lo que más te guste: verduras, tacos de pollo, salsas, especias...

Otra forma en la que se comercializa el amaranto es en forma de semilla inflada, como si se tratara de los típicos cereales de desayuno. Las semillas de amaranto infladas son deliciosas como ingrediente complementario en ensaladas o para añadirlas al yogur.

El amaranto es un alimento muy versátil. Puedes realizar recetas de lo más variadas. ¿Has probado la combinación de amaranto, hortalizas y germinados con vinagreta de mostaza y avellanas?
Si ya conoces la quinoa, el amaranto no guarda ningún secreto para ti. Ahora que conoces este alimento, anímate a introducirlo en tu alimentación y a sacar el mayor provecho de sus propiedades.