Conoce las frutas de verano y sus propiedades

Llega el verano y, con él, el buen tiempo, los días más largos y las frutas típicas de esta época del año. Y como la naturaleza es sabia, la fruta que nos trae el estío es refrescante, está repleta de agua y también está riquísima.

Fíjate en las cinco frutas de verano que te proponemos a continuación y aprovecha el verano para disfrutar de su sabor y de sus propiedades porque es ahora cuando están en su mejor momento.

Frutas de verano

Sandía

La sandía es una de las frutas reinas del verano: es refrescante y... hasta divertida, ¿o no supone todo un reto cortar una tajada?

La sandía está compuesta principalmente agua, por lo que su contenido calórico es muy bajo. También tiene propiedades antioxidantes, proporcionadas por su contenido en licopeno, el pigmento responsable de ese color rojo tan típico de la sandía.

Pero esta fruta se puede tomar de mucha otras formas. Puedes preparar deliciosos smoothies o batidos, que puedes combinar con otras frutas como manzana, kiwi o unas gotitas de limón. Un truco para que estén bien frescos es congelar previamente la sandía. Y, como no, en esta época, ¡en helado!  

¿Y si le añades sandía al gazpacho? Le dará un toque especial.

Melón

El melón pertenece a la familia de la sandía y también tiene un bajo contenido calórico debido a que está compuesto mayormente de agua. Además, contiene vitamina E, que es antioxidante.

Los melones de color naranja, en concreto, también contienen betacarotenos, que son antioxidantes para la piel, las mucosas, el pelo y las uñas.

¿Y sabes cómo puedes disfrutar del melón además de en tajadas? Puedes preparar sopa de melón, o presentarlo como entrante combinándolo con rodajas de pepino o unas lonchas de jamón. ¡Irresistible!

Albaricoque

El albaricoque es una fruta pequeña y de color anaranjado típica del principio del verano. Los betacarotenos son los encargados de darle ese color tan característico, y está repleta de vitamina C y minerales, como potasio, calcio y magnesio.

Además de comerlo como pieza de fruta entera, puedes usarlo para, por ejemplo, preparar compota de albaricoque y combinarla con yogur. También es ideal para preparar dulces como tartas, pasteles o magdalenas, o incluso para añadirlo como ingrediente en platos salados, para acompañar carnes, por ejemplo.

Melocotón

Al igual que el albaricoque, su color se debe a los carotenos, un pigmento antioxidante que se convierte en vitamina A en el organismo. También contiene fibra, que ayuda a regular el tránsito intestinal.

Existen melocotones de distintos tipos: los de agua, que son más blandos, y los de viña, que son más pequeños, más tardíos (no llegan hasta mediados de verano) y más sabrosos.

El melocotón congelado y triturado es fantástico para preparar helados y también puedes cocinarlo para servirlo de postre. También está muy rico en ensaladas o como entrante, en forma de pinchitos con queso o jamón cocido, por ejemplo.

Cerezas

Son las primeras frutas del verano, pues llegan entre mayo y junio. Su color rojo se debe a la cianidina, un potente antioxidante, y también están repletas de fibra y vitamina A. Y aunque las cerezas contienen muchos azúcares, su contenido calórico no es muy elevado.

¿Y sabes cómo puedes disfrutar de las cerezas? Puedes preparar pasteles, helados o smoothies, o combinarlas con yogur o queso.

Es muy importante que tomes fruta cada día, así que aprovecha los meses de verano para disfrutar de esas deliciosas frutas tan refrescantes, tan ricas y tan nutritivas; ¡es el mejor momento! Y si ves que te cuesta comerlas como piezas individuales, no dudes en preparar las opciones que te hemos propuesto: en forma de helados, entrantes, postres, batidos...